El apartamento sueco que os enseño en el post fue de esos amores a primera vista. Lo descubrí hace ya algún tiempo en una de mis habituales rutas por My Scandinavian Home (aquí), uno de mis blogs de decoración favoritos (estupendísima fotografía, fantásticos interiores y muy muy inspirador).
Mientras veía las imágenes me llamó mucho la atención cómo, partiendo de estancias y mobiliario a primera vista muy sencillos, el buen uso de detalles muy cuidados y la elección del color blanco resultan en una decoración equilibrada, donde parece que nada falta ni nada sobra.
Y ahí es dónde está el buen saber y el mejor hacer; resultó ser que el apartamento sueco pertenece a la diseñadora de Interiores Elin Kickén (tan sueca como su apartamento como podéis ver en su página web. Lo de leer será más complicado…).
Apartamento sueco
El uso exclusivo del blanco, negro y madera (más allá de estos colores únicamente veremos el dorado del latón en una lámpara y en una mesita auxiliar) se mantiene en toda la casa dándole uniformidad, lo mismo que los radiadores de hierro. La cocina destaca por su sencillez y luminosidad. Blanco total en muebles, paredes e incluso suelo. Los accesorios de cocina, negros. Me gusta mucho cómo se ha resuelto la zona de comer, con la mesa Tulip y la lámpara nórdica (como manía personal, no me gusta comer en la cocina y nunca he tenido mesa en las mías).
El espacio de trabajo, pensado no sólo para ser bonito, sino para trabajar de verdad. Una larguísima mesa sin más anchura que la necesaria, con caballetes y cajonera de Ikea que nos sirve de inspiración (yo misma tengo ambas cosas en mi zona de trabajo y supongo que much@s de vosotr@s también). Una lámpara fluorescente muy bien pensada para dar la luz adecuada y necesaria (algo que también he evitado siempre son las lámparas fluorescentes, decisión que con imágenes como ésta me replanteo muy seriamente… por no hablar de los reflejos que tengo en este momento en la pantalla del ordenador). Destacan, cómo no, el diseño de las sillas Eames y Cesca.
El dormitorio es el ejemplo perfecto del buen hacer del que hablaba al principio. No se pueden conseguir mejores resultados con menos elementos (y será difícil también que se puedan conseguir con más). Claramente, menos es más.
El salón comedor, donde por primera vez el suelo deja de ser blanco. Otros elementos que rompen aquí la uniformidad del resto del apartamento son la lámpara de latón sobre una mesa clásica, que pierde su seriedad con las sillas Thonet, en este caso sí, también de color blanco, al igual que los detalles elegidos para decorarla.
(Imágenes vía myscandinavianhome)
Seguimos con el blanco con nuestras casitas de madera (ya sabéis que las encontráis en Nordic Treats Shop).

¿Qué os ha parecido la decoración de este apartamento sueco? ¿Os ha gustado tanto como a mí?