Una mesa de San Valentín no tiene por qué ser liosa ni estar llena de corazoncitos y osos amorosos. ¡Olvídate de complicaciones y disfruta!
Te lo contaba el viernes pasado. Una mesa de San Valentín especial no debería estar pensada en el postureo. Ni ser complicada de montar.
En las ocasiones que he publicado fotografías de mis mesas han sido hechas deprisa y corriendo con el móvil. ¿Por qué? Porque no están montadas días antes, sino minutos antes de recibir invitados y comenzar a comer. Sin embargo, en esta ocasión decorar esta mesa es tan sencillo y tan rápido como cualquier mesa de diario.
Mesa de San Valentín sencilla y rápida
Y es que esa es la base; una mesa de diario. Supongo que entiendes lo que quiero decir. Mantel, platos, cubiertos y copas. Lo que la hace especial son los detalles, te lo contaba en el post del viernes pasado.
- El motivo romántico lo pone el cava. No es necesario llenar la mesa de corazones, aunque en la mía tanto las copas como el farolillo los tienen. Todo ayuda. Unas fresas para acompañar al cava son también una gran idea.
- Unas velas siempre crean un ambiente más íntimo.
- Flores, que creo que (casi) nunca debieran faltar en una mesa especial. He elegido la paniculata porque es una flor delicada, sencilla y muy económica.
Partiendo de la misma base, y de la misma idea de cava/champán, velas y paniculata, puedes hacer diferentes combinaciones. Aquí te dejo una idea con una sola vela y un botecito para las flores. Aunque para mi mesa he elegido el color blanco, esta segunda versión lleva también tonos rosas:
El tiempo no es excusa. No hace falta volverse loc@ buscando detalles ni hacer grandes desembolsos en la floristería. ¡Anímate a regalarte una mesa especial sencilla y rápida!
¡Feliz día!