En un mundo en el que cada vez se apuesta más por la sostenibilidad, el reciclaje y contra el despilfarro, la idea de recuperar muebles de épocas pasadas no puede menos que triunfar.
Pero no es solamente eso. Los muebles con historia aportan personalidad y estilo a una decoración actual. Es solo cuestión de echarle un poco de imaginación. ¿Te atreves?
Decorar con muebles antiguos

Entiéndeme, por muebles antiguos no me estoy refiriendo solo a aquellos que puedas encontrar en un anticuario…

…sino también a muebles de almonedas, mercadillos, segunda mano, trasteros e incluso a aquellos que en ocasiones tienes la suerte de encontrarte desechados en la calle. Y sin ponernos exquisit@s, incluso podríamos hablar de muebles contemporáneos con diseños clásicos.
Una de las formas de darle una nueva vida a este tipo de muebles es la pintura. Pero aunque es una manera fantástica que actualizarlos, en esta ocasión te hablo de muebles que no solo son antiguos, sino que además siguen pareciéndolo.

La forma más sencilla de incorporar este tipo de muebles, vamos a llamarles «con historia», a una decoración actual es precisamente rodeándolos de objetos modernos. El ejemplo más claro son las mesas «con historia» y las sillas de diseño que si bien no podemos definirlas como modernas, sí podemos decir de ellas que siempre son actuales.


Pero no te quedes solo con esa idea. Apuesta también por mesitas de noche, sillas o armarios. Seguro que hay un rincón en tu casa donde un mueble antiguo puede ser el mejor complemento.

Como te decía al principio, solo es cuestión de echarle un poco de imaginación, ¿no te parece?
Quiero aprovechar también para decirte que durante un tiempo actualizaré el post únicamente los domingos. Espero que sea algo temporal y poder volver a publicar también los miércoles más pronto que tarde.
¡Feliz día!
Deberíamos intentar pensar dos veces antes de comprar un nuevo producto para cubrir una necesidad que igual ni tenemos. El reciclaje de muebles, así como la compra de producto respetables con el medio ambiente, es una muy buena práctica que se nota tanto en nuestros bolsillos como en nuestras calles.